miércoles, 18 de diciembre de 2013

No es solidaridad


No es solidaridad. Es sentido común. Si alguien necesita un apoyo debo dárselo. No hay porqués, no los encuentro.  Ahora me doy cuenta de la sociedad capitalista en la que vivo. Debido a las Navidades se multiplican los spots de fragancias y joyas, no incitan a comprar, pero muestran niveles de vida elevados. Dan a entender que la independencia y la diferencia que posee esa actriz se la da ese perfume y ese alto poder adquisitivo.

Es normal. Este país tiene ese pensamiento. Siento impotencia cuando se habla de cosas irrelevantes. ¿Necesito una colonia para atraer a esa chica guapa del anuncio? Lo necesario, lo fundamental, es comer, es relacionarse. Para comer hay que tener dinero para comprar la comida. Para tener dinero hay que tener un trabajo. Hay que tener unas ganancias que deben haber sido obtenidas mediante el trabajo de uno propio. El mantenimiento de los tutores y/o los padres debe prolongarse hasta la madurez de edad de la persona mantenida. Tras ello y tras las enseñanzas mostradas y las aptitudes desarrolladas, el futuro adulto debe decidir qué camino elegir para desarrollarse profesionalmente y obtener un trabajo para su necesidad principal, comer.

Otros no pueden.
04/01/013 D.B.G.

lunes, 24 de junio de 2013

Isa

Mi felicidad.
Mi bienestar.
Mi deseo.
Mi cariño.
Los días con ella, son transformados en días para recordar. Imaginad los días malos. Ponedle voz de George Clooney a este relato y pensad en la mujer que os describo.
Ojos marrones, y pelo azabache. Piernas que me piden que las bese y labios carnosos que deben ser devorados. Hay algo de fragilidad en su cuerpo, cuando se encuentra sentada pero fuerza cuando esta frente a mi, de pie.
Hay vergüenza en los primeros momentos que nos miramos y confianza, en los momentos finales. Hay unas manos frías que se atreven a competir con las mías, poseedoras del invierno perpetuo.
Hay en mi, deseo tranquilo de sentir cada parte de su piel, besar cada secreto de su rostro. Calentar esas manos y abrazar ese cuerpo que puedo rodear enteramente con el mío. Y no sólo darle cariño y calor, sino transmitírmelo a mi también.
Hay amistad, hay amor, hay dolor e incertidumbre.
Hay dudas, que revolotean en nuestras cabezas y en el cielo, pero nunca en nuestros corazones. Hay seguridad en el mío. Hay seguridad en el suyo.
Hay un ser en mi estómago que me aprieta bien fuerte cuando no la veo y otro que se ocupa de pararme el corazón, cuando estoy junto a ella.
Hay una luz nunca vista hasta ahora, entre toda la oscuridad en la que navegaba.
D. B. G.  21/06/013
Un relato para mi posible primer amor y mi segura primera persona que me descubre la felicidad plena. 

A Isa de corazón.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Escrito98


Sigue lloviendo a través de esa ventana que recibió tantos amaneceres. Tantos jóvenes amores que se quedaron en la juventud en la que comenzaron. En Galicia llueve de otra manera.
Las gotas caen de la misma manera pero en nuestros corazones calan con más fuerza. Puede que estos acantilados y estas aguas furiosas con ellos, sean culpables de ese sentir.
La marea se agita con fuerza, los pescadores, miradas de experiencia en sus rostros, arreglan sus redes para volver a la mar. Ese lugar que les da y les quita tanto. Pero, que cuando quita, se lo hace a sus familias. Cuando decide provocar dolor, no lo hace llenando de agua a sus navegantes, ladrones de sus habitantes marinos, no, arranca las almas de las familias que esperan día a día, no el dinero de sus cargados navíos. Esperan el calor de sus amados marinos.

Algunos saben ya, que su alma no le pertenece a su familia ni a él mismo. Les pertenece a la mar que les puede robar el resto de su persona, cuando crea oportuno.

25/02/013 D.B.G. En clase, matando las horas.