Llena de colores, temores, errores, amores, dolores, hedores, estertores y muerte.
Caminos una y otra vez recorridos, paralelos a otros sin haber querido pisar.
Lugares y hogares que nos dieron sensaciones y emociones que anidan en nuestros recuerdos.
Personas que forjaron nuestros sentimientos.
Una vida que se va cerrando poco a poco sobre nosotros. Un embudo que a cierta edad nos indica cual es nuestro siguiente paso. Y tendemos a creer que a esas edades estamos mas cerca del otro barrio, cuando siempre nos encontramos al borde del precipicio.
Da igual si tenemos cero o cien años, si vivimos en el primer o el tercer mundo, si somos ricos o pobres...
Empezamos a morir desde el primer momento que dejamos de nacer.
Tras nosotros espera esa sombra personificada con o sin guadaña, en forma de infarto, atragantamiento, accidente, asesinato, enfermedad...
Solo tenemos una vida, solo tenemos una muerte.
Y entremedias esas miles de tonalidades.
Sabiendo que esto se nos puede agotar ahora, dentro de un segundo o de una vida entera, como dejar de aprovecharlo.
La muerte se lleva mas de lo que viene a buscar y deja mas de lo que esperas encontrar.
21/05/2022 Daniel Blanco González (30 años)
