lunes, 6 de diciembre de 2010

Los Sueños Dulces

Hoy he vuelto a tener uno de esos sueños. Los sueños dulces.
Normalmente, cuando al amor en las películas, se le pone banda sonora, es mucho más romántico. Pero aquí no hay sonido, solo movimientos de uno y de otro. Cariño, amor.

Como todo sueño, no tiene comienzo y el final de este lo determinó el mundo real. Regresaba de un lugar y pasé junto a unos hombres, a los cuales les comente lo bien que les había quedado la reparación de una furgoneta clásica. Estuvimos hablando sobre los arreglos y, uno de ellos, me dijo que siempre que quisiera podía ir a verle y ayudarle. Primer sentimiento de felicidad, el descubrimiento de un nuevo amigo. Amistad.
Regresé a casa. Era un atardecer mágico. Tenía la semejanza de una calle de Sevilla. De tonos anaranjados y un sol que no molestaba. Que lograba los tintes de ensoñación con maravillosos tonos ocres.
La puerta de mi casa era un portal similar al de un antiguo convento. Gran cantidad de adornos en piedra ya gastados por el paso del tiempo. Dichos adornos no cansaban a la vista pero, podría haber hecho sentir orgullosos a los que allí habitaban. Lamento no poder dibujar de manera fiel tal lugar, pues lo recuerdo como si hubiera estado allí. Y realmente estuve.
Cruzada la puerta después de haber llamado al timbre y contestado una voz, dejándome pasar, encuentro mi segunda sensación y la más placentera.
No recuerdo su rostro. No se siquiera si lo llegue a ver. Pero si se que al verla, me embargó el cariño. Me acerqué lentamente junto a ella, y por detrás, la abracé con dulzura. Un inmenso cariño recorrió mi cuerpo. Era como si un sentimiento que guardaba durante mucho tiempo, lograba mostrarse. Un sentimiento reprimido. Un amor sentido y guardado en secreto. Un tiempo estuvimos así, sintiendo el atardecer en nuestros hombros y luego nos sentamos en un banco cercano a contemplar un parque desangelado que, sin palabras ni sonido alguno, nos deseábamos el uno al otro, mirando la tarde pasar.

6-12-2010. Recuerdo del sueño que describo.

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