miércoles, 17 de marzo de 2010

Escritos

Con un pie descalzo y el otro desatado, no de unos cordones que lo aprietan, sino de el zapato entero, te escucho.

Escucho muchos sentimientos destapados, antes reprimidos y ahora ahogados por el llanto. Por mi ausencia. Pero sigo estando aquí, acaso no lo ves.

No eres tú, tus ojos me ven de otra manera, tus manos no acarician las teclas como antes. Se perdió tu alma en esa lejanía y no ha sabido encontrar el camino.

Mi alma no encontró las huellas de tu perfume. Tu recuerdo fué olvidado a cada paso que daba y cuando quise volver, fué tarde. Amuchos nos pasó.

No justifiques el olvido de otros con el tuyo. Viajasteis en el mismo barco pero cada uno en un camarote. Y cada uno lo abandonó por su ventana.
Otros no pudieron salir ni de esas comodas sábanas de sangre.

16-03-010 (18 años)

No hay comentarios:

Publicar un comentario