Pendiente de título

Hubo una vez un tiempo en el que el cielo era limitado. Los niños soñaban con mundos fantásticos mas allá de las nubes. el límite solo lo ponían sus maestros de escuela. Y en la ciudad, se movían entre las nubes, sin ni siquiera pensar en alcanzar otros desafios.

Esos vigilantes de esos lugares fantásticos no se preocupaban. Solo a sus estrellas y cometas, iban a parar sus sentimientos de preocupación. No veían peligro en los humanos, esos entes de aquel mundo tan extraño e interesante.
Pero ya los más mayores empezaron a dudar de su seguridad. Sabían que los niños de la Tierra hablaban de ellos, pero que al crecer lo olvidaban todo y los que seguían siendo niños, bueno, niños eran.
Tampoco olvidaban esos pequeños aparatos, de momento, minúsculos, insignificantes, llamados aviones.
Pero ya alcanzaban las nubes y pronto las atravesarían pues su ambición no tenía limites aunque su tecnología, aún, no se lo permitiese.